Hola de nuevo!
Como hemos visto en otros post cada tipo de piel necesita de
unos cuidados específicos, sin embargo, nos faltaba añadir a los tratamientos
habituales, otros que son de gran utilidad pero más limitados. Se trata de las
mascarillas.
¿Qué son? Pues son una mezcla de productos (ya sean
naturales o cosméticos) que pueden ser aplicados en todo el rostro, pelo o
cuerpo, y que están destinados principalmente a hidratar, exfoliar y retirar
pieles muertas, rejuvenecer, limpiar en profundidad y purificar la piel, unificar
el tono…principalmente.
Existen diferentes texturas, diferentes formas para
aplicarlas… y la elección dependerá sobre todo del fin que estemos buscando y
nuestra comodidad.
Por lo general suelen emplearse una o dos veces a la semana
dependiendo del tipo de mascarilla y su función principal.
No debemos olvidar que se trata de tratamientos concentrados
y que su acción es más localizada, y por
tanto, no debemos abusar de ellos ni dejarlas más tiempo de lo que indique su
fabricante.
Entre las más utilizadas se encuentran las de limpieza y las
hidratantes.
Las HIDRATANTES sirven tanto para manos, cuerpo, pelo,
rostro, uñas…para todo en general. Son las más empleadas en pieles secas, ya
que aportan una hidratación extra que en invierno es de agradecer. Las mascarillas
faciales se suelen aplicar de noche para que el efecto se prolongue más tiempo
y la piel amanezca más bonita. En general no suelen necesitar aclarado, sino
que basta con eliminar los excesos con un algodón o gasa antes de dormir. Estas
son las típicas mascarillas que contienen ácido hialourónico, Q10,
colágeno…sustancias que aportan hidratación y rellenan la piel.
Las dedicadas a cabellos son diferentes y específicas de
pelo. Pueden aplicarse antes del lavado si el pelo es muy seco, o bien dejarlas
actuar toda la noche y lavar al día siguiente, o durante la ducha… hay
distintas formas según sea nuestro cabello. En base a si es más cremosa o
menos, pueden emplearse brochas como las del maquillaje o bien las manos para
su aplicación. Esto dependerá de nosotros.
En el caso de las de LIMPIEZA, son empleadas tanto en
hombres como en mujeres. Ellos, suelen tener la piel más gruesa y con más
cantidad de grasa que las mujeres por los temas hormonales, de ahí que utilicen
este tipo de mascarillas para mantener a ralla su rostro y evitar el acné entre
otros problemas. Ellas, aunque también lo usan con este fin, también buscan
evitar los granitos, los puntos negros, los poros dilatados y todo eso que una
mujer odia ver en su cara cuando se levanta jeje.
Este tipo normalmente suele estar compuesto por arcillas
verdes, blancas, rojas…en función del tipo de piel. La mayoría contienen
sustancias astringentes, sustancias que limpien en profundidad y dejen la piel
tersa y suave. Pueden o no llevar alcohol, eso depende de la marca o de la piel
a la que esté destinada. Para las pieles secas/normales/sensibles es bueno que
además de sustancias astringentes, tengan también sustancias calmantes como la
lavanda, la camomila para evitar irritaciones y una sequedad no deseada.
Dentro de este mismo grupo podemos incluir las exfoliantes,
ya que además de lo anterior también van a contener microgránulos que penetran
en la piel y dejan los poros más limpios y por tanto menos obstruidos. Para
estas, lo habitual es aplicarlas una o dos veces por semana, aunque puede
modificarse en función del tipo de piel, eso va un poco al gusto de cada uno.
Los chicos para esto tienen una ventaja, y es que al tener que afeitarse
habitualmente ya hacen una pseudoexfoliación que les permite eliminar células
muertas (esto no quiere decir que como ya se afeitan no tengan que cuidarse…muy
mal chicos J)
Tambien existen las mascarillas UNIFICADORAS DEL TONO. Estas se
utilizan menos, ya que hay que consultar con algún experto para saber que
mascarilla es la más indicada para nosotros. Normalmente se emplean para
unificar el tono de la piel, eliminar manchas o marcas del acné…y suelen tener
algún ácido en su composición. No suelen dejarse mucho tiempo puestas y su
asiduidad dependerá de lo recomendado por el experto.
Existe una variedad dedicada a las pieles más maduras, se
trata de las mascarillas ANTI-EDAD. Suelen ser las más caras debido a que
contienen principios activos como el
caviar, las partículas de oro…más concentrados y de obtención más complicada. Su
empleo suele estar más dedicado en salones de belleza que a nivel individual,
ya que en este último caso suelen sustituirse por sérum, que en general son más
fáciles de obtener en el mercado.
Y por último tenemos las REJUVENECEDORAS, que son las que
usamos cuando tenemos algún evento o cuando queremos que la piel luzca con un
efecto flash, lisa y tersa. Su eficacia se basa en que contienen sustancias
del tipo cafeína, ginko biloba, vitamina C, ginseng…que mejoran la circulación
sanguínea, son descongestionantes y proporcionan de forma limitada una
oxigenación extra. Dentro de estas existen una gran variedad de texturas: gel,
mascarillas tipo velo, ampollas flash, toallitas… para elegir al gusto en
función del tiempo que tengamos. Son una buena alternativa para esos días en
los que no hemos dormido bien, tenemos ojeras o necesitamos vernos la cara un
poco más alegre J.

¿Y tú, usas
mascarillas? ¿cosmética o natural?

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