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El colesterol alto es el dolor de cabeza de muchas personas por eso vamos a explicaros brevemente en que consiste esta patología y unas pautas de alimentación para superarla.
El colesterol es una sustancia natural que fabrica nuestro hígado y que además es imprescindible para la función de muchos procesos, sin embargo, lo recomendado es que se encuentre en valores inferiores a 200 para evitar problemas cardiovasculares, sobre todo.
Para explicaros por qué es tan importante imaginemos que el Colesterol es una molécula que circula por la sangre sin solubilizarse y que va quedándose pegada a las paredes de las venas o las arterias. En función del lugar del cuerpo donde se produzca el acúmulo puede ocurrir un infarto de miocardio, un accidente cerebral etc.
La mayoría de veces hablamos de colesterol en términos generales, pero debes saber que existen dos tipos a tener en cuenta, el HDL (bueno) y LDL (malo). En función de los valores de ambos el especialista considera si el colesterol está elevado o no. Asimismo, también se tienen en cuenta la presencia o no de otras enfermedades para determinar una cifra recomendada de colesterol total.
Los controles deben hacerse desde edades tempranas, por lo menos 1 vez al año, así que no olvides comentárselo a tu médico de cabecera, sobre todo si tienes antecedentes familiares.
Aunque un colesterol elevado puede ser causa de un factor genético, en muchos casos se debe a una mala alimentación acompañada de poco ejercicio.
¿Qué alimentos podemos tomar para reducir el colesterol?
- Almendras, nueces, pipas de girasol, cacahuetes sin tostar
- Ciruela, kiwi, manzana, pomelo, membrillo
- Alcachofa, apio, cebolla, ajo, remolacha, aguacate
- Arroz, soja, legumbres, garbanzos, judías, salvado
- Ostras, almejas, mejillones, berberechos
- Aceite de oliva
- Pescados azules sobre todo: atún, bonito, caballa, sardina
¿Con qué alimentos debemos no excedernos?
- Carnes rojas: cordero, ternera, bacon etc.
- Bollería industrial, chocolate, azúcar, coco, huevos, café
- Embutidos, paté, hígado, sesos.
- Leche entera, queso curado, mantequilla, helados.
- Bebidas azucaradas
- Frituras
Hay que intentar evitar en la medida de lo posible todos estos alimentos o no abusar de ellos ya que estos favorecen la producción endógena, de nosotros mismos, de colesterol.
Cuando se trate de carnes hay que procurar eliminar toda la grasa posible y la piel. Además deberemos acompañarlas siempre de una porción de verduras u hortalizas puesto que son ricas en antioxidantes.
Si a todos estos consejos le sumamos el efecto que produce el ejercicio diario el resultado puede ser inmejorable. Basta con caminar a paso ligero una hora al día para movilizar las grasas o si eres de los que prefiere el gimnasio, hacer clases de cardio.
Aquí os dejamos un post que hicimos hace unos años por si os interesa conocer algunos productos que pueden ayudarnos con esta patología. (aquí)
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